Reflexión a oscuras

La habitación estaba oscura cuando desperté. Por el tiempo que calculé que llevaba durmiendo pensé que podrían ser las tres o las cuatro de la madrugada. El sueño había sido muy extraño pero no fue esa la razón de que me despertase. Sentía un dolor intenso y agudo en el medio del pecho. Como si los pulmones al tratar de llenarse chocaran con las costillas y no consiguieran coger todo el aire. Me costaba respirar. Eché la vista atrás en el tiempo y recordé esa sensación. Lamentablemente no me resultaba para nada desconocida. Trataba de pensar en otras cosas cuando la cama se movió. Era él. Al intentar darme la vuelta para mirarle se me escapó un gemido de dolor y decidí que lo mejor sería quedarme completamente quieta, de lado y dándole la espalda. Mientras buscaba la forma de dormirme otra vez, el sueño del que había escapado hacía unos segundos se atravesó en mis pensamientos. Ella no estaba en su lugar y para más rareza, me había invitado a que tomásemos un café juntas. No podía soportarlo más. Si no era por una cosa, era por otra, pero ella no dejaba de aparecerse en mis pensamientos, en mis sueños... En mi vida, vaya. Si pudiera tener la forma de borrarla de mi cabeza todo sería mucho más fácil, porque ya era una obsesión. Noté que él se daba la vuelta y me abrazaba desde atrás. Le escuché hablarme: "amor... ¿?" no entendía lo que venía después pero me gustaba sentirle cerca de mí, ignorando mis paranoias. Mientras yo pensaba en un sueño estúpido con alguien con quien ni siquiera debería soñar, él soñaba conmigo y dormía de lo más tranquilo.
Me pregunté si yo dejaría atrás las pesadillas, sin dejar que se interpusieran entre él y yo.
Puede que sí.
Ojalá.




Betty Martí.

La presentación

Aquí está el vídeo de presentación que hice hace unos días para este blog, pero que no había tenido ocasión de subir.




Un saludo.

La inspiración

     La inspiración es muy antojadiza. Lo mismo esta en ti, que desaparece de repente. La mia, por ejemplo, hace mucho tiempo que se fue y no quiere volver. Llevo mucho tiempo esperando que regrese, pero no le apetece. La musa está de vacaciones y ya sé por qué:

Como a muchos otros, a mi me dan ganas de expresarme cuando las cosas no van bien. Para quejarme, para desahogarme. Por eso se explica que hubiese un momento en mi vida en que no paraba de escribir, y que tanto mis videos como mis textos tuviesen un toque melancólico o enfadado.

Eso ya no es así. En este momento, gracias a Dios, todo va infinitamente mejor. He dejado varios lastres por el camino, que no hacían mas que impedirme avanzar. Ahora tengo a la persona que estaba esperando. Estoy feliz.

     El amor. El amor nos hace querer simplemente estar con esa persona. Pasar tiempo a su lado es una de las cosas más importantes, hacer cosas con él, conocerle mejor, … No hay tiempo ( ni ganas ) que ocupar en escribir o en hacer videos. Esta es la explicación principal de por qué hace tiempo que se me fue la inspiración. Pero hay que hacerla volver, aunque sea arrastrándola de las orejas. Hay que poder transformar esa necesidad de escribir solamente cuando estoy enfadada, en una necesidad constante para expresar todo tipo de sentimientos, como la felicidad. Porque no tengo intención de perder mi tiempo en tristezas ni en lamentaciones, y no quiero abandonar las cosas que me gustan y que me hacen sentir realizada.

     Antes de continuar, quería decir que a este pensamiento del amor en contra de la inspiración me hizo llegar mi amigo Enrique Zamudio, a quien le debo cosas como mi participación en la radio durante un tiempo. Kike, lo prometido es deuda. Gracias por la idea y sobre todo, gracias por ser un amigo.

Pero está claro que no hablaria de felicidad si no fuese por Ricardo. Tu eres la razn de que me den ganas de levantarme cuando me despierto por las mañanas. Te amo.

Por ahora y de momento, me despido. Pero volveré en un tiempo muy breve con una nueva entrada que ya tengo en mente y que no junto directamente con esta por no mezclar los dos temas.

Hasta pronto.

Betty Martí.